“Peritación de la Generación de Purines en las Explotaciones Porcinas Aragonesas” es la denominación de un proyecto en el que participa un grupo de cooperación integrado por socios y beneficiarios que abarcan a más de 4000 agricultores y ganaderos de Aragón.
El proyecto aborda la realización de un análisis empírico de la realidad de la producción de purines en las explotaciones de porcino aragonesas con vistas a evaluar si los parámetros utilizados por las administraciones públicas para su dimensionamiento son adecuados a no. El proyecto parte de la hipótesis de que los parámetros que se están utilizando no están en sintonía con la realidad actual ya que se corresponden con la realidad de las explotaciones de finales de los años 90, y no con la actual. En estos más de 15 años, el sector ha evolucionado notablemente mejorando su eficiencia y su eficacia. Sin embargo, las autorizaciones de explotación siguen tomando como referente modelos que ya no están operativos. Como consecuencia de ello, la realidad de la producción porcina aragonesa se ve limitada en su capacidad por restricciones administrativas anacrónicas, y no por las capacidades técnicas actuales.
Con el fin de conseguir demostrar este anacronismo, este proyecto se propone efectuar el seguimiento durante un año de la generación de purines en 10 explotaciones aragonesas que serán elegidas de modo que reflejen lo mejor posible lo que es la realidad actual del sector en nuestra Comunidad Autónoma.
El sector porcino ha experimentado un notable crecimiento en Aragón en los últimos 10 años. Así, mientras en España se ha mantenido estable (con una subida algo más destacada en el último año), en Aragón el crecimiento ha sido muy regular y estable, con un incremento de un 33% en estos últimos 10 años .
El esquema normativo actual que regula las explotaciones de porcino es muy amplio y detallado dado que, más allá de lo que es habitual en cualquier explotación ganadera, el porcino incluye la problemática asociada al alto nivel de contaminantes que contienen los excrementos animales (purines). De manera resumida, el marco normativo es el siguiente:
Este RD está MODIFICADO POR:
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Sobre la base de toda esta normativa, se establecieron unas Directrices Sectoriales sobre Actividades e Instalaciones Ganaderas en las que se recogen unas tablas de referencia que establecen el purín que se produce (m3/año) y el contenido en nitrógeno del mismo (kg/plaza y año). Estas tablas son las que se utilizan para autorizar las explotaciones porcinas, estableciendo restricciones (fundamentalmente de acuerdos firmados para esparcir el purín en zonas agrarias) y fijando límites en sus dimensiones. Estas tablas se establecieron en 1997 , se revisaron en el año 2000 , y hoy en día siguen manteniendo los mismos valores . Sin embargo, el sector del porcino ha sufrido una gran evolución desde que estas tablas fueron publicadas. Los cambios más significativos son:
En este escenario, el Grupo de Cooperación estima que las tablas no representan la realidad del sistema productivo actual y que necesitan ser revisadas. De esta forma, se conseguiría, entre otros:
El objetivo principal que se persigue con este proyecto es establecer la necesidad de efectuar una revisión de los parámetros oficiales que se utilizan para establecer de capacidad de absorción de purines que se necesita para una explotación porcina. Como se ha mencionado anteriormente, en la actualidad se están utilizando unas tablas que fijan estas capacidades de absorción. La hipótesis de partida de este proyecto es que estas tablas no se ajustan a la realidad de las explotaciones actuales y, por tanto, necesitan ser revisadas. Para ello se pretende demostrar empíricamente que las informaciones manejadas son erróneas sobre la base de que la producción de purín es mejor (en cantigas global y/o en porcentaje de nitrógeno) que el previsto.
Si el proyecto logra demostrar que la producción de purín es menor, se abre la puerta a la necesidad de revisar los parámetros que rigen la concesión de las explotaciones porcinas. Como consecuencia directa de esta revisión a la baja, las explotaciones necesitarán disponer de menos tierras para la absorción, lo que redundará en unos menores costes de explotación y/o una posibilidad de aumento de la dimensión de las mismas. Adicionalmente, se conseguirá una mejora en la percepción social que se tiene de las explotaciones de porcino ya que se visibilizará las inversiones que el sector ha venido efectuando para ser menos contaminante y más productivo. La cuantificación económica final es difícil de estimar (incluso de manera “gruesa”) dado que los retornos últimos vendrán de la mano de las decisiones últimas que puedan tomar los ganaderos (primar reducción de costes fijos, primar incremento de la dimensión, mixto) así como de la capacidad del mercado de recibir posibles incrementos en las dimensiones de la cabaña.